Un embargo de 12.000 euros amenaza la vida de 500 perros

La Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas (Svpap) tiene que conseguir 12.000 euros en una semana para parte de las cuotas de la Seguridad Social de los trabajadores despedidos y a los que debe 150.000 euros en indemnizaciones

Algunas de las voluntarias, atadas a las casetas. Foto: miguel ángel montesinos

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Cerca de 500 animales, entre perros y gatos, se encuentran en una situación límite. Ajenos a los problemas financieros de la Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas (Svpap), que gestiona el refugio en el que viven en San Antonio de Benagéber, el futuro de estos animales es incierto. Sobre el centro pesa una orden de embargo si antes del próximo jueves no se recogen 12.000 euros, que se unirían a los 6.000 que ya ha recaudado la Svpap y que servirían para aplazar el pago de la deuda que la entidad tiene con la Seguridad Social y que asciende a 26.000 euros. Esta cantidad se tiene que abonar en concepto de las cuotas sociales de los 8 trabajadores despedidos en 2011.


Peligro de embargo

Para personificar la situación de los animales «y hacer un llamamiento a toda la gente concienciada», según explicó ayer Teresa Ricart, la presidenta de la Svpap, los voluntarios de la entidad se encadenaron a las casetas de los perros y se encerraron en las jaulas en las que viven. La estampa era sumamente curiosa. Una de las voluntarias, al colgarse del cuello la cadena que ata a los perros, criticó que fuera «muy pesada» y reclamó que se hicieran más ligeras.

Pero por ahora la cadena más pesada que tiene atada al cuello la Svpap es la que controlan la Seguridad Social y los trabajadores despedidos. Éstos denunciaron a la Svpap cuando dejó de pagarles y les despidió en septiembre de 2011. Aquellos trabajadores se suman a los que desempeñaban sus funciones en la clínica veterinaria de la calle Palleter, que pasaron tres meses sin cobrar y reclamaron su nómina. Según fuentes de la Protectora consultadas por este diario, la idea era pagarles ocho días por año trabajado, tal como estipulaba el convenio, dijeron. Los empleados denunciaron ante los tribunales la situación y reclamaron el pago de 45 días por año trabajado. La justicia les dio la razón y ahora la Svpap tiene que pagar unos 200.000 euros en indemnizaciones, así como los cuatro meses y medio que transcurrieron entre los despidos y la sentencia judicial que estipulaba la cantidad a pagar.

Lo más inmediato es la deuda con la Seguridad Social. Según fuentes de la entidad, llegaron «de golpe» cinco providencias de apremio el pasado 10 de octubre. Con el puente del 9 d’Octubre y del Día de la Hispanidad por medio, las gestiones de la Svpap con la Seguridad Social se retrasaron, y únicamente consiguieron un aplazamiento de la deuda si pagaban cerca del 70 %, 18.000 euros, antes del jueves 25 de octubre, el próximo. Así las cosas, desde la Svpap se mostraban ayer optimistas con respecto a la solidaridad que esperan recibir de simpatizantes, personas concienciadas, animalistas y voluntarios. «Creemos que podemos lograrlo», aseguraban. En el horizonte, alertan, está una solución que nadie quiere parra los perros y gatos del refugio de San Antonio de Benagèber: la ejecución de los animales, que ahora viven hacinados en un refugio atestado.

Antigua protectora de Valencia

La Svpap precedió a Modepran como empresa concesionaria del servicio de recogida de perros y gatos en la ciudad de Valencia. La relación de la Svpap con el ayuntamiento y, en concreto, con la Concejalía de Sanidad que dirige Lourdes Bernal no fue positiva, sobre todo al final. Moría el verano de 2011 cuando la Svpap dejó el servicio por los «continuos impagos», tal como denunciaron, del consistorio, a lo que se suman, según fuentes de la Protectora, las reducciones en las partidas presupuestarias que sufrió la Svpap desde 2010 a razón de unos 200.000 euros por año. La relación acabó muy deteriorada, con cruce de acusaciones de impagos y mala gestión entre la entidad y Bernal incluida.

Bajo la lluvia y el penetrante olor

Ni siquiera la fortísima lluvia que en la mañana de ayer azotó toda la C. Valenciana, y evidentemente San Antonio de Bangéber, evitó que decenas de voluntarias de la Svpap se encadenaran a las jaulas de los perros. Para ello un grupo de ellas sacó a los animales a dar un paseo mientras que otro se afanaba en limpiar las jaulas y eliminar, en parte, el penetrante olor a excremento de los recintos. Después, se ataron a las casetas y se sentaron ante las puertas para personificar la situación en la que viven los perros del refugio. Á. S. Valencia

Vía: levante-emv.com

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