Tonquinés

Una de las razas más populares de Norteamérica, el Tonquinés es un híbrido del siamés y el burmés americano. Estos híbridos han existido al producirse las dos mutaciones de puntas, y pueden revelar, de hecho, la identidad verdadera del «siamés chocolate» documentado en la década de 1880.

Se reconoce ahora que el fundador de la raza burmesa, Wong Mau, fue Tonquinés, porque produjo gatitos de los dos patrones de pelaje. Sin embargo, hasta la década de 1950 los criadores no empezaron a trabajar para crear y refinar híbridos.

La raza se desarrolló y se reconoció por primera vez en Canadá, y hoy en día es aceptada por los principales registros de ambos lados del Atlántico, aunque algunos registros todavía discuten si el tonquinés es verdaderamente una raza. Dado que el pelaje característico es una mezcla de dos patrones genéticos, los genes de los dos están presentes en todos los gatos tonquineses, y todos los apareamientos pueden producir gatos del patrón siamés o burmés. Pero esta no es la única raza que produce variantes, por lo que el debate es más una cuestión de grado que de principio.

El patrón de pelaje del tonquinés se llama visón. Los genes de los patrones siameses y burmeses son los dos recesivos, y ninguno de los dos domina al otro; así pues, un gato con una copia de cada uno muestra este tercer nivel de sombreado a medio camino entre los dos. Este patrón sutil sobre un pelaje sedoso cubre una complexión moderada y equilibrada, y que queda complementaba por el sorprendente color de ojos azul-verde. Gregario y amigo de la diversión, el tonquinés tiene la naturaleza cariñosa típica de las razas orientales, pero es menos ruidoso que la mayoría, y tiene una esperanza de vida mayor que la media.

Es sorprendente que esta raza sana y sociable nunca haya alcanzado gran popularidad fuera de Norteamérica. Mientras que en ese continente es una de las diez razas más populares, es relativamente poco frecuente en Europa y Australasia.

La mayor parte de los propietarios afirman que sus gatos son muy inteligentes, y los propietarios de un tonquinés no son la excepción. Mientras no haya ninguna prueba de que una raza sea más «inteligente» que otra, se reconoce que el tonquinés, como las razas de sus progenitores, se comporta de la manera más extrovertida del espectro de comportamientos felinos. Una consecuencia de ello es que el tonquinés es favorecido sobre todo por familias que quieren que sus gatos sean como un perro en la medida de lo posible.

Guía visual de gatos, Dr Bruce Fogle

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