La raza canina conocida como Setter Irlandés (Irish Setter o Setter Irlandés rojo) tiene dos variantes: la primigenia era blanca y roja y la posterior es únicamente roja (caoba).
Los orígenes de esta raza se remontan a Irlanda a principios del siglo XVIII, momento en el que fueron especialmente educados para encontrar la presa en la caza con escopeta.
Aunque los Setter más antiguos de este país eran de color blanco y rojo, tras diversos procesos de selección, nació el Setter irlandés rojo.
Durante el siglo XIX, la raza empezó a adquirir popularidad por sus habilidades para cazar y en 1882 se fundó el Club del Setter Irlandés Rojo en Dublín. A partir de entonces, el número de este tipo de perros aumentó mientras que el de la variedad roja y blanca fue disminuyendo.
El Setter Rojo se comenzó a exportar a EE.UU. en grandes cantidades hacia finales del siglo XIX, por lo que la raza se extendió por los diversos continentes, de manera que en la actualidad es común tanto en Europa como en América. Hoy día, esta raza es más utilizada como animal de compañía que como perro útil para la caza, aunque expertos en el tema afirman que el Setter Irlandés conserva una gran capacidad para este deporte.
El Red Setter o Setter Rojo es una variante del Setter Irlandés. El Red Setter es una raza de perro de muestra utilizada para la caza en cotas altas y planas. Existe un encendido debate entre partidarios de esta raza sobre que variante de la raza (roja o blanca) tiene mejor comportamiento como perro de trabajo.
El setter irlandés llegó a Estados Unidos a principios del siglo XIX. Era un perro muy bien valorado ya que imponía respeto y era uno de los más utilizados para la caza.
En 1874, el American Field comenzó a registrar las razas de perros de EE.UU. en el llamado Field Dog Stud Book (FDSB). Éste es el primer registro de razas puras en el país. En aquel momento, los perros podían registrarse incluso cuando el padre y la madre eran de diferente raza, así que la raza Setter Llewellin se crió mezclando razas sanguíneas de Setter Inglés y de Setter Irlandés nativos. Por aquella época, el Setter Irlandés rojo se convirtió en uno de los favoritos de las exposiciones caninas.
El Setter Irlandés de finales del siglo XIX no era un perro rojo; el AKC registró ejemplares de Setter Irlandés de muchos colores. Frank Forester, escritor del siglo XIX, describía el Setter irlandés así:
“Los Setter Irlandés son más huesudos y angulosos, de complexión robusta, una cabeza más larga, una capa menos sedosa y recta que la de los Setter Inglés. Su color debe ser una profundidad de color naranja-rojo y blanco, una marca común es una franja de color blanco entre los ojos y un anillo blanco alrededor del cuello, medias blancas, y un mechón blanco en la cola”.
El Setter preferido en esos tiempos en los show, era el completamente rojo, así que esa fue la dirección que tomó la cría.
En la década de 1940, la revista Field and Stream escribió un hecho ya sabido: El Setter Irlandés estaba desapareciendo y era necesario un nuevo cruce para hacer resurgir la raza como perro de trabajo. La revista Sports Afield se sumó a esta afirmación y un criador, Ned LaGrange, de Pensilvania invirtió una importante suma de dinero comprando los últimos ejemplares de Setter Irlandés de trabajo de EE.UU e importó perros de Europa.
Con la complacencia del Field Dog Stud Book, comenzó a realizarse cruces con Setter Inglés campeones rojos y blancos y se creó el National Red Setter Field Trial Club para crear y mejorar la raza hacia un perro que pudiera competir en habilidad con los Setter blancos, así es como comienza el moderno Setter rojo y la controversia sobre cual tiene mejor comportamiento a la hora de trabajar.
El pelaje es moderadamente largo y sedoso, y de un color rojo o castaño. Se requiere cepillado frecuente para mantener su condición. La capa interna es abundante en invierno, y la capa superior es larga. Presenta flecos de pelo más largo en la cola, las orejas, el pecho, las piernas y el cuerpo.
Según el estándar oficial la altura del Setter Irlandés va de 63 a 69 cm, los machos pesan 27 a 32 Kg. y las hembras de 24 a 29 Kg. El estándar de la raza que marca la FCI, sin embargo, varía un poco, la altura en los macho se sitúa de 58 a 67 cm, y en las hembras de 55 a 62 cm.
El Setter Irlandés se lleva bien con los niños, con otros perros, y con las mascotas del hogar, en general, y muestra mucho entusiasmo cuando llegan visitas, va corriendo a saludar.
El Setter Irlandés es una raza activa, y requiere de largas caminatas diarias en un gran espacio abierto, disfrutar de tener un trabajo que hacer. La falta de actividad conducirá a un perro aburrido, hiperactivo e incluso, destructivo. Suelen responder rápidamente a la formación positiva y son muy inteligentes.
Aunque por lo general están alerta a lo que ocurre en su entorno, el Setter Irlandés no es un buen perro de guardia, ya que todos son amigos, es una raza, naturalmente, asertiva. Característica que los ha llevado a funcionar como perros de terapia en escuelas y hospitales.
Como se refleja en el estándar de la raza, marcado por las diferentes organizaciones internacionales como FCI, la raza debe ser «cariñosa y afectuosa». Como resultado, tenemos que, un Setter Irlandés, es un excelente animal de compañía y mascota de la familia.