Rastreador Brasileño

FCI 275 (1967-1973).

El Rastreador Brasileño era una raza de perro de caza originaria de Brasil, que fue reconocida por la FCI el 1 de septiembre de 1967 en el Grupo 6 / Sección 1.1 – Sabuesos de talla grande con el número 275. De hecho, fue la primera raza canina brasileña en ser reconocida por la FCI.

El Rastreador Brasileño es un perro de caza de tipo sabueso. La raza se conoce también bajo los nombres Urrador (por su voz) o Urrador americano.

Fue desarrollada en la década de 1950 por Oswaldo Aranha Filho (en Río de Janeiro), para cazar pecaríes (que son cerdos de tamaño mediano y salvajes que se encuentran en todo Centro y Sur América), jaguares, y otro tipo de presas típicas del país.

Aranha Filho combinó una serie de razas de caza provenientes de América y Europa junto con algunos perros nativos de Brasil para crear su perro. El Rastreador Brasileño se convirtió en la primera raza de Brasil y fue lo que le hizo ganar el reconocimiento de asociaciones caninas internacionales.

La gloria de ser una raza oficialmente reconocida a nivel internacional duró apenas seis años, momento en el cual por descuidos y una serie de desagravios la raza fue diezmada.

En ese momento había un solo criador de Rastreador Brasileño, el señor Oswaldo Aranha Filho, el creador de la raza… Y, sus ejemplares sufrieron las consecuencias de dos acontecimientos, en primer lugar un brote de babesiosis.

La babesiosis (o babesiasis) es una enfermedad parasitaria similar a la malaria provocada por protozoos del género Babesia y que suele afectar a los animales domésticos, en especial a los perros. Su nombre se estableció en honor a biólogo rumano Victor Babeş, que fue el primero en aislar al agente patógeno. Es la típica enfermedad que se transmite a través de un organismo vector, generalmente la garrapata (Ixodes dammini); de hecho, este ácaro es el mismo que transmite la enfermedad de Lyme y, a menudo, ambas van asociadas.

Y, en segundo lugar, muchos de los perros sufrieron envenenamiento por el exceso de plaguicida utilizado por un empleado del criadero.

Fue exactamente en el año 1973, cuando la Federación Cinológica Internacional declaró la raza canina Rastreador Brasileño, oficialmente extinta. Lo que llevó a que perdiese su número de clasificación puesto que, se solicita la cancelación del registro.

Desde que la FCI y la Confederação Brasileira de Cinofilia declararon esta raza extinta, se han llevado a cabo varios esfuerzos y programas de para recuperarla.

El estándar de la raza de 1970 declaraba un tamaño entre 62 y 67 cm y apariencia muy similar al «perro de caza americano de mapaches» (Coonhound americano).

Han habido intentos en curso para recrear la raza a partir de una mezcla de American Foxhound Negro, el Tan Coonhound , y el Petit Bleu de Gascogne , Foxhound Inglés , y American Bluetick Coonhound .

El Grupo de Apoio Ao Resgate No Rastreador Brasileiro de Brasil, un club dedicado a la restauración de la raza en Brasil, se dedicó a organizar -como objetivo principal- una lista de cuarenta animales reproductores del tipo correcto que, puediesen ser certificados como miembros de la raza, con el fin de restablecer la raza y volver a ser reconocidos por el Kennel Club de Brasil.

El restablecimiento de la raza, no ha sido tarea fácil, debido a la existencia de muy pocos ejemplares puros, y sobre todo por la falta de interés social, hay muy pocas personas interesadas en la recuperación de la verdadera herencia cultural brasileña y la genética de la raza.

De momento, el carácter no es fácil de ejemplificar o definir. En la actualidad continúan los esfuerzos para restaurar la raza, y se están utilizando en los programas de cría, razas utilizadas en su desarrollo junto con los descendientes de razas mixtas se encuentran en todo Brasil.

Sin embargo, la raza vuelve a estar en la lista de varios clubes caninos (pequeños) y organizaciones caninas de América del Norte, para la promoción de una especie rara para aquellos que buscan una mascota inusual.

Como se trata de una raza en proceso de ser reconstruida, no hay datos sobre enfermedades específicas o demandas de salud extraordinarias.

El Rastreador Brasileño es un perro de caza, no un tipo de perro que tradicionalmente haya sido utilizado como mascota.

Los ejemplares que existen hoy, fruto de la reconstrucción, suelen ser animales muy independientes y, a veces, algo tercos, con un fuerte instinto de presa que, lo lleva a perseguir a los animales pequeños que vivan en la casa… Pero con una socialización adecuada, cualquier perro es un buen perro.