El Pug o Carlino (también conocido como Chinese Pug, Mops, Puggu) es una raza de perro miniatura con cara arrugada y un cuerpo de tamaño pequeño a medio, originaria de China.
Esta raza suele resumirse como “multum en parvo” (mucho en poco), describiendo la personalidad del Pug relacionada con su pequeño tamaño.
La palabra «Pug» puede provenir del Inglés antiguo Pugg, es un calificativo cariñoso sería algo así como un pequeño demonio juguetón o mono. Los cachorros Pug son llamados Puglets.
La raza canina Pug, tiene orígenes muy antiguos. Fue criada y seleccionada en China, país en el que era el perro predilecto de los funcionarios, también es una raza canina muy apreciada en Holanda e Inglaterra.
De hecho, Inglaterra reclamó el patronazgo de la raza, puesto que habían llevado durante años un excelente trabajo de selección. Finalmente, parte del patronazgo de la raza fue concedido a Gran Bretaña.
Este perrito arrugado y gracioso, fue compañero fiel de las damas del siglo XIX en Italia.
Como casi todas las razas caninas, supo tener sus momentos difíciles sobre todo cuando sucedieron las guerras mundiales pero no ha estado al borde de la extinción como otras.
Hoy en día la raza Pug es muy apreciada en casi todos los rincones del mundo.
Es un perro bajo y macizo de aspecto cuadrado y compacto, bien proporcionado y musculado; la cabeza, grande, redondeada y de aspecto sólido, está cubierta de pliegues; el hocico es cuadrado y chato; los ojos, grandes y saltones, son oscuros; tiene las patas rectas y la cola rizada. El pelo es apretado, suave y brillante.
El Pug o Carlino puede ser color plata o albaricoque suave con un antifaz negro, en los dos casos presenta una raya negra que va de la cabeza a la cola; también puede ser negro puro o blanco que es el más escaso y costoso de todos.
Mide unos 30 cm a la cruz y pesa entre 6 y 8 kilogramos. Su carácter confiado, dócil y amistoso hace del Carlino un apreciado animal de compañía. El Pug es particularmente un perro «con sentido del humor», exhibiendo expresiones faciales muy humanas dada su estructura ósea. Por su llamativo aspecto algunas personas tienden a pensar que las características del Pug son el resultado de la manipulación genética o la cruza endogámica. Sin embargo, las características del Pug son similares en los últimos quinientos años, época en la cual los europeos lo comenzaron a importar desde China.
La cola del Pug tiene una característica forma en espiral o de letra «Q». Esta variación de la forma de la cola se debe a que las vértebras en esta porción de la columna son en realidad hemivertebra. En algunos cuantos cachorros, esta alteración de la forma se puede prolongar hacia el resto de la columna y presentar el animal espina bífida. Debe palparse la columna del animalito antes de adquirirlo con el fin de evitar escoger un cachorro enfermo. Un animal que sufre esta malformación no debe reproducirse con el fin de no pasar este problema a su descendencia.
Dada la forma del cráneo, los ojos del Pug tienen un aspecto saltón y vivaz. Al encontrarse los ojos localizados anteriormente, están más expuestos al roce con plantas y objetos que los ojos de otros animales, y es recomendable llevarlos al veterinario cuanto antes si presentan una lesión. Es recomendable que los dueños de los Pug limpien una vez a la semana los ojos del animal con un algodón limpio humedecido con agua hervida fría o té frío, con el fin de eliminar secreciones o suciedad.
Las características arrugas de la cara también pueden acumular secreciones y suciedad. Se recomienda al menos una vez a la semana el limpiar suavemente entre las arrugas utilizando el mismo método. No es necesario aplicar jabones, cremas u otras sustancias. El simple aseo basta y sobra.
El Pug si bien es un perro de pelo corto, tiende a pelechar constantemente, por lo que no se recomienda su tenencia a las personas alérgicas o asmáticas. Presentan un característico olor acre que puede incomodar a algunas personas, pero que disminuye con un baño cada par de semanas.
El mayor problema de salud que presentan los Pug es uno que es completamente prevenible y tratable, y que depende exclusivamente del DUEÑO. Esta enfermedad es la OBESIDAD. Un Pug que recibe cuidados adecuados puede vivir más de catorce años, aunque en promedio suelen vivir alrededor de diez.
Un 1% de los cachorros pueden llegar a presentar una enfermedad neurológica degenerativa llamada Encefalitis del Pug (o PDE por sus siglas en inglés). Esta enfermedad es letal y no tiene cura conocida. Por esta misma razón los perros no deben reproducirse antes de los dos años, con el fin de no transmitir este gen a su descendencia. Pasado el año de vida es muy poco probable que el Pug llegue a presentar esta enfermedad.
Los Pug no son animales agresivos. Al igual que cualquier perro, pueden morder, pero es muy raro que esto ocurra sin mediar maltrato hacia el animal. Los Pug hacen honor a su lema «multum in parvo» y no se amilanan ante perros de razas más grandes, a los cuales puede meter en problemas.
Ante los seres humanos, los Pug tienden a mostrarse juguetones y buscan la interacción. Sin embargo pueden mostrarse recelosos ante los extraños, y anunciar con sus ladridos la presencia de personas desconocidas. Si bien por su tamaño no son perros guardianes, si son buenos «perros de alerta».
Los Pug muestran un moderado nivel de inteligencia, siendo capaces de emplear sus cortos hocicos y las patas delanteras para obtener objetos fuera de su alcance. Tienden a veces a la tozudez, y no necesariamente acuden cuando se los llama, sino mas bien cuando se les antoja. A pesar de ello no son de alejarse mucho de sus dueños y prefieren la compañía de estos a la de otros perros.
Durante los primeros años de vida los Pug pueden ocasionalmente ser hiperactivos (correr, saltar y ladrar constantemente) pero esta característica tiende a desaparecer con los años. Los Pug de cinco o más años tienden a ser más tranquilos y a disfrutar más de los sillones que de la calle.
Existe la tendencia a creer que los Pug son animales «enfermizos», lo cual está muy lejos de la realidad. Un Pug saludable se comportará de manera enérgica y juguetona, e incluso un poco hiperactivo en sus primeros años de vida. Su estructura maciza hace que toleren bien el juego con niños y adultos, y su particularmente dura cabeza puede causar topetones y caídas a niños pequeños y adultos mayores.
El Pug es un animal pequeño, y aunque enérgico, requiere muy poco alimento. Sin embargo, al ser un animal de compañía, los dueños tienden a sobrealimentarlos y a compartir sus comidas con ellos. Esto no debe hacerse. El Pug puede perfectamente alimentarse con una taza de comida seca en las mañanas y una taza en la noche, y no pasará hambre ni requerirá ningún suplemento extra.
Un Pug obeso no es un Pug «bello», al contrario, es un animal que enfermará puesto que no podrá respirar bien, se agotará con facilidad y comenzará a sufrir problemas en la columna y en las articulaciones. Un Pug alimentado sanamente es, en cambio, un animal robusto, con su musculatura bien marcada y claramente visible bajo la piel. Un Pug saludable puede correr tan rápido como cualquier otro perro, y puede saltar dos o tres veces su propia altura. Si bien el animal disfruta el comer comidas extras y recibir «premios» ocasionalmente, es tarea del dueño el asegurarse de que la cantidad y calidad de alimento que consuma sea la adecuada.
- Otros nombres: Carlino / Chinese Pug / Mops / Puggu / Doguillo.
- Grupo 9 / Sección 11 – Molosoides de talla pequeña.
Razas de perros: Pug