Si bien sorprende la noticia porque en Suiza la venta comercial de carne de perro está prohibida, existen férreos defensores porque el “comerla” no es algo que esté regulado…
Es una práctica que habitualmente solemos asociarla a países del Lejano Oriente, como China y Vietnam, donde se cree que trae buena suerte. Pero no a Suiza.
La noticia ha salido a la luz gracias a un informe publicado por un periódico del país llamado Tages Anzeiger, en el que especifican que la carne de perro y gato es todavía parte de las comidas pero sólo en algunas zonas del país alpino. Los protagonistas: agricultores de las zonas de Appenzell y St. Gallen.
Respecto a la carne de perro, la preferida es la una raza cercana al Rottweiler. Y la gente que la come, opina con toda naturalidad del asunto:
- “No hay nada extraño en ello. La carne es carne”.
- Otro campesino contó que criaban animales y luego llamaban a un amigo carnicero para matarlos cuando ya estaban maduros. Y otro, describió cómo él mismo había disparado a los animales o bien los había matado a palos. Hablamos de animales que, por lo general, son criados como animales de compañía en toda Europa…
Según el informe, la gente come la carne de perro o gato (como una especie de jamón) rebosada o marinada y la llaman “mostbröckli”.
- “Nadie sabe lo que es cuando se preparan de esta manera”, añadió el granjero, justificando la masacre.
Si bien –como decíamos más arriba– no se lleva a cabo la venta de carne de perro y gato a escala comercial, la práctica horroriza y pone en peligro los derechos de los animales en Suiza, donde el consumo de tales criaturas no está prohibido por la ley, como lo es en la cercana Alemania.
En Suiza, si una persona mata un gato o un perro sólo será procesada si la muerte es en sí cruel.
Los agricultores encuestados hablaron de su preferencia especial por la carne de perro y gato, sólo a través de la garantía del anonimato. Todos temían una reacción hostil de los activistas de bienestar de los animales y los amantes de los animales.
Un agricultor dijo al periódico que había dejado de comer perro y gato, sólo porque está “mal visto” por la sociedad.
No hay cifras oficiales sobre cuántos de estos animales terminan en los platos de los suizos. El país también cuenta con un pequeño (pero próspero y siniestro) comercio de pieles de gato para los abrigos y colchas. El Parlamento suizo rechazó cambiar las leyes para proteger a los perros y gatos para el consumo humano en 1993.
Edith Zellweger del grupo de bienestar animal de Salez dijo: «¿Una sociedad en la que el ser humano se come su mejor amigo, cómo puede tener escrúpulos?».
Sin embargo…, la Oficina Veterinaria Federal (de Suiza) dijo que era una “cuestión cultural” y señaló que en algunos países los perros son criados específicamente para ser sacrificados y comidos.
Dejamos la historia abierta a la reflexión, amigas y amigos de los animales…
Feliz 2013, apesar de esta noticia tan fea….
Publicado por Allan Salón en dailymail.co.uk / Traducción: letocar.com