Mastín del Pirineo
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Mastín del Pirineo

El Mastín del Pirineo es muy tolerante y dulce con los niños, los cuida como si fueran su rebaño.
HistoriaCaracterísticas físicasCarácter y aptitudesImágenesVideos
Historia

El Mastín del Pirineo es una raza de perro molosoide, originaria del Pirineo aragonés (España). Por su gran tamaño y fortaleza la FCI lo incluyó dentro del Grupo 2 / Sección 2 – molosoides y perros de montaña.

Proviene, como todos los molosoides, de perros asiáticos que llegaron hace siglos a Europa. El primer estándar de la raza, fue aprobado recién en el año 1946, puesto que hasta la fecha la raza había sido totalmente ignorada por el mundo cinófilo oficial, a pesar de que el Mastín del Pirineo, había sido desde sus primeros albores una raza muy importante para el desarrollo local, dado que durante siglos se utilizaba para defender el ganado del ataque de osos y lobos.

Durante mucho tiempo el mastín del Pirineo acompañó a los rebaños de ovejas en sus recorridos trashumantes desde los Pirineos aragoneses y navarros hasta el Maestrazgo. Su principal función era la de guardar a los rebaños y a sus amos de los ataques de lobos y ladrones.

Durante el siglo XX y especialmente después de la Guerra civil española, debido a las dificultades económicas, el Mastín entró en declive ya que resultaba muy caro mantener a un perro de su tamaño.

En los años 70 un grupo de aficionados inician un trabajo de recuperación de la raza a través de los escasos ejemplares que se encontraban en el campo y que todavía poseían características típicas del antiguo moloso.

En el año 1977 se creó el Club del Mastín del Pirineo de España, que organiza la selección y el programa de cría de la raza. En la actualidad la raza tiene un gran reconocimiento internacional como demuestra la existencia de clubes en numerosos países europeos y en Estados Unidos.

Otros nombres: Pyrenean Mastiff / Mâtins des Pyrénées / Pyreneän Mastiff

Razas de perros: Mastín del Pirineo

Grupo 2 / Sección 2 – molosoides y perros de montaña.

Características físicas

El Mastín del Pirineo es un perro de gran tamaño, bien proporcionado, poderoso, musculoso y con estructura esquelética compacta. Su cabeza es grande, fuerte y ligeramente larga, con una relación cráneo-hocico de 5:4.

Tiene ojos pequeños y almendrados, que van del color avellana al marrón oscuro (que es lo más común). Las orejas son triangulares, de tamaño mediano y cuelgan pegadas a la cabeza.

La cola es gruesa en la base, fuerte, flexible y cuelga hasta el corvejón.

Respecto al tamaño, en realidad, no existe un límite máximo porque la idea es que los ejemplares sean lo más grandes posible. Pero según el estándar, sí existen unos mínimos de los que no puede bajar. Según la norma, entonces, los mínimos son de 77 cm para los machos (aunque es preferible que estén por encima de los 81 cm) y de 72 cm para las hermas (aunque es preferible que sobrepasen los 75 cm).

El manto del Mastín del Pirineo es espeso y bastante largo (de 6 a 9 cm de longitud). Siendo más largo en los hombros, el cuello y la barriga. Es pelo debe ser áspero al tacto, no suave y lanoso.

El color de base es blanco, con una máscara bien definida. Algunos ejemplares presentan marcas del mismo color que la máscara, de forma irregular pero con contornos nítidos.

Los colores preferidos (según el estándar) para la máscara y las manchas son gris suave, leonado dorado intenso, castaño, negro y gris plata.

La punta de la cola y las partes distales de las patas deben ser siempre blancas.

Observaciones

Es una raza que todavía se encuentra en fase de reconstrucción y por recomendación del Club del Mastín del Pirineo de España, aun no se han incluido en las exposiciones caninas, porque se espera a que la reproducción media sea más homogénea.

Carácter y aptitudes

Aunque al principio de sus andaduras entre nosotros, el Mastín del Pirineo se utilizó como guardián del ganado, los tiempo cambian y los animales con el tiempo, así que hoy es un perfecto guardián de la casa.

Es un perro consciente de su fuerza y poderío, razón por la que nunca muestra agresividad, pero en el caso de sentirse amenazado, él o su familia puede ser verdaderamente temible.

No olvidemos que protegía al ganado de lobos y osos…

A pesar del paso del tiempo, el Mastín del Pirineo conserva en plena forma su “rusticidad” y eso lleva a que no se adapte del todo bien a la vida fuera de su entorno natural que es el campo y sus inquilinos.

Por esa razón, si decidimos integrar a un Mastín del Pirineo a nuestra familia será importante respetarlo tal y como es, sin imponerle unas condiciones de vida que cercenen su felicidad, como lo sería… la vida en un piso pequeño en plena ciudad. Eso jugaría en contra de su equilibrio emocional, y con el tamaño que tiene este perro, quizá lo mejor sea tenerlo feliz y equilibrado (eso a todo animal).

Algo característico del Mastín del Pirineo es que esté donde esté con los niños siempre es dulce y muy tolerante. Porque los convierte en parte de su rebaño y los cuida mucho.

Además es súper cuidadoso con ellos, porque como decíamos más arriba, es consciente de su fuerza y poderío.

Imágenes del Mastín del Pirineo

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