Esta raza de perros debe su nombre al Reverendo John (Jack) Russell. Nacido en 1795 en Darmouth, Inglaterra, fue pastor durante muchos años en la parroquia de Swymbridge, en el condado de Devon. Amante de los Terrier, durante sus estudios en Oxford compró su primer perro de estas características, una hembra blanca de pelo duro con marcas en la cabeza llamada Trump, que por la descripción y foto que de ella se conservan se parece bastante al actual estándar FCI del Jack Russell Terrier.
La caza del zorro era muy practicada en el condado de Devon en la época en la que vivió el reverendo Russell, y él era un apasionado de esta actividad. Su afición le llevó a la crianza de perros. Así, comenzó a cruzar perros de caza, más exactamente Terrier de distintas razas unicolores y multicolores. Lo que él buscaba era mejorar la aptitud de los ejemplares, no homogeneizar el aspecto físico de los mismos y por ello al morir no dejó un estándar concreto. Los cruces y la no estandarización de la raza han provocado divergencias acerca del aspecto actual del Jack Russell Terrier.
Cabe destacar que Australia fue el país que contribuyó activamente para el desarrollo, y posterior reconocimiento, de esta raza a nivel mundial. En 1972 se formó oficialmente el Jack Russell Terrier Club of Australia. Este club especializado instituyó un compresivo sistema de registro junto con un estándar formal para la raza. Este club también inicio discusiones con el Kennel Council Club de Australia acerca de la posibilidad de reconocer y registrar a la raza. El 25 de octubre de 2000, finalmente, la Federación Cinológica Internacional (división Europa) reconoció oficial y definitivamente a la raza Jack Russell Terrier utilizando el estándar procedente de Australia.
El Jack Russell Terrier es un perro ágil, que a pesar de su tamaño pequeño tiene mucha fuerza y resistencia.
Es un Terrier de trabajo, siempre está alerta, es tenaz e independiente, le encanta cavar pozos. En ese sentido hay que estar atentos si tenemos un jardín muy arregladito. Pero a pesar de su afición es un excelente perro de compañía para personas activas y aventureras.
Su color básico y predominante debe ser el blanco (un mínimo de 55%) aunque puede presentar manchas en marrón, tostado o negro en varias partes del cuerpo. Su pelo puede ser de tres tipos: liso, duro o semi-duro y dependiendo del tipo de pelo que presente será el cepillado, mantenimiento y cuidado del mismo. Su altura media a la cruz es de entre 25 y 30 cm, su peso aproximado es de entre 5 y 7 kilos. Viven un promedio de 15 años. Suelen tener alrededor de entre 4 y 6 crías, y su gestación dura 2 meses.
Son perros sumamente activos, inquisitivos y vivaces por lo que requieren de espacios abiertos donde ejercitarse para, así, poder dar rienda suelta a su inagotable energía e insaciable curiosidad. Requieren de un entrenamiento constante, consistente y paciente que les permita estimular su aguda inteligencia. No son perros recomendables para personas sedentarias, dueños primerizos o familias con niños muy pequeños. Se les puede adiestrar para gran cantidad de actividades, especialmente si se utiliza su natural tendencia para salto, rastro, persecución de presa y cavado profundo: son excelentes cazadores de roedores y alimañas.
También se les ha utilizado exitosamente como actores, hecho que les ha valido conquistar la simpatía popular debido a que son perros poseedores de un carisma difícil de igualar.
Al ser un perro de trabajo y cacería, presentará tendencia natural a ladrar para poder indicar la ubicación de su presa, también cavará con tesón a la par que utilizará sus mandíbulas arrancando pedazos de hierba y tierra para, así, poder abrir un boquete que le permita introducirse bajo tierra donde se encuentra su objetivo, que podría ir desde un hueso enterrado por otro perro hasta acorralar directamente a una zorra en su madriguera.
El ladrar y cavar son algunas de las cualidades más apreciadas en este Terrier, aunque, irónicamente, pueden volverse un serio problema en manos de dueños inexpertos o con poca información acerca de su naturaleza. De ahí el énfasis de ejercitarlo y entrenarlo diariamente de lo contrario comenzará a exhibir comportamientos molestos como: ladrar de manera excesiva, intentar escapar del jardín, cavar profundos hoyos en lugares indeseables, destruir plantas, hiperactividad, agresividad, etc. Una alternativa recomendable, que no sólo hará las delicias de este Terrier sino que además le permitirá saltar y correr, es inscribirlo a cursos de Agility.