Otros nombres: Canadiense sin pelo, Sphynx.
Se han documentado gatos lampiños durante más de un siglo. El esfinge se remonta a una mutación recesiva en Toronto, Canadá, en 1978, aunque la misma mutación pudo haber aparecido allí en la década de 1960. El esfinge se creó utilizando al devon rex y es aceptado por la mayoría de los principales registros. Sin embargo, la CCCF solo registra esfinges para asegurar que la mutación no se incluya en los linajes de cría del devon rex.
El esfinge, que no es realmente lampiño, tiene un claro en la parte inferior, especialmente en las extremidades. Destaca el de aspecto arrugado, y la herencia del devon rex es obvia. Los criadores lo describen como presumido, enérgico y gregario.
El esfinge es vivaz, travieso, juguetón e independiente. Amigable con otros gatos y perros, no son agresivos. Muy cariñoso y posesivo, adoran ser adorados. La vida en un apartamento es perfecta para ellos, ya que son sensibles al frío, al calor y a la humedad. En invierno, deben ser alimentados con una dieta alta en calorías para mantener su temperatura corporal, ligeramente superior a lo normal. Debe mantenerse fuera de la luz directa del sol, ya que les puede producir graves quemaduras. A diferencia de otras razas felinas, los esfinges sudan a través de la piel y por lo tanto deben ser bañados con regularidad. Los oídos deben ser limpiados con frecuencia, ya que producen una gran cantidad de cera.
CUIDADOS DE LOS GATOS LAMPIÑOS
Estas razas carecen de pelaje para absorber aceite; por tanto, hay que lavarlos con regularidad, acostumbrándolos desde pequeños. Los alérgicos pueden ver como un gato lampiño bañado con frecuencia vive más que un gato con pelo sin bañar.
Aunque vulnerable a las quemaduras solares y al frío, sus mutaciones se encontraron primero en gatos callejeros de países con inviernos fríos así pues podrían ser más resistentes de lo que parecen.