El pingüino delincuente

Parece ser que la delincuencia no es solo achacable a la especie humana. Un pingüino se apropia del trabajo de una congénere. Roba las piedras que minuciosamente la confiada futura madre iba depositando como base para la puesta de sus huevos. Lo hace con alevosía, real como la vida misma.

El pingüino delincuente


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