El Cão de Castro Laboreiro (Perro de Castro Laboreiro) es una raza de perro portugués de gran tamaño. Originario de la parroquia de Castro Laboreiro, Melgaço, es un perro tipo lupoide amastinado es más ligero que el de otras razas de perros de ganado.
El perro de Castro Laboreiro tiene su origen en la región que le dio su nombre, el pueblo de Castro Laboreiro, en el municipio de Melgaço. Es una región montañosa accidentada que se extiende desde el río Miño a las montañas de Peneda y Soajo entre los ríos Trancoso, Laboreiro y el moro, hasta alrededor de 1400 m de altitud.
Al igual que el perro, Castro Laboreiro es una de las regiones más antiguas de la tierra de Portugal. Los restos prehistóricos como dólmenes y pinturas rupestres, demuestran la presencia del hombre en la región durante miles de años. Las fortalezas son la evidencia de la fuerte presencia de la cultura celta en la región. También los celtas y los romanos llegaron aquí, las vías romanas y la construcción de puentes con sus hitos. Las castrejas comunidades siempre han vivido de la caza, la pesca, del pastoreo y la agricultura.
La búsqueda de buenos pastos para el ganado llevó a cabo una especie de corta distancia la trashumancia, que se ha convertido en una migración estacional que todavía se produce en algunos sectores de la población caracterizada por una curiosa adaptación al terreno montañoso y el clima.
Los perros que acompañaban (y acompañan) esos movimientos de ganado trashumante que, al ser una distancia corta, a diferencia de lo ocurrido en el resto de la Península Ibérica (incluida la trashumancia de los rebaños de ovejas de la Serra da Estrela, cuyo movimiento llegó a varios cientos de kilómetros), no es necesario un animal tan poderoso.
El número de ovejas y cabras, ha ido disminuyendo en los últimos años y es progresivamente sustituido por el ganado. El Perro de Castro Laboreiro se ha ido adaptando a los cambios sociales, sigue siendo tan eficaz en la protección de las ovejas, cabras y vacas como antaño, pero también ha ido adquiriendo nuevas funciones. Debido a la emigración de los hombres durante los años 40, principalmente a Francia, dejando a las mujeres solas para cuidar de la tierra y los animales, los perros han desarrollado un papel muy importante en la custodia de los bienes y de los integrantes de las familias, además de la protección del ganado que era su trabajo principal.
Ese carácter tan especial, tallado por la dureza de las montañas y el ritmo de vida de los habitantes de Castro Laboreiro, también fue fruto del aislamiento de esa región de difícil acceso -hasta hace muy poco – el primer camino de tierra se terminó en 1948.
Los avances científicos han permitido a los genetistas confirmar ciertas pruebas (por ejemplo, arqueológicas, morfológicas y de comportamiento) que afirman que el lobo es el antepasado del Cão de Castro Laboreiro. Según los registros fósiles, la domesticación del lobo se ha producido hace aproximadamente 14.000 años en la región del Creciente Fértil, los perros se han difundido rápidamente en toda Europa, Asia y América del Norte. Los estudios genéticos también indican que la domesticación debe haber ocurrido sólo una vez.
A pesar de la presencia de perros en el territorio portugués desde el Mesolítico, los primeros vestigios aparecen en las representaciones de escenas de caza en mosaicos de la época romana. Las primeras referencias a las razas nacionales en el siglo. XVI, sugiere que pueden ser por lo menos 300 a 600 años.
Los perros de ganado han sido siempre un elemento importante en las comunidades agropastorales. Con respecto a la del Cão de Castro Laboreiro, su calidad y su importancia se destacan por varios autores. Augusto Leal (1874), describiendo la región, hace mención de los perros existentes, también el etnógrafo José Leite de Vasconcelos (1933) se refiere a los Castro Laboreiro como. En la literatura también hay referencias a la raza, al igual que la novela de Camilo Castelo Branco, el Prazins Brasil (1879).
El orgullo nacional que genera el Cão de Castro Laboreiro brilla todo el año en los concursos de Perros Castro Laboreiro, la más antigua competición canina existente en Portugal. Desarrollado por el Padre Aníbal Rodríguez, párroco de Castro Laboreiro desde 1945 (muerto en 2003), este concurso se celebra tradicionalmente cada año desde mediados de los 50, se celebró por primera vez en octubre y en las últimas décadas 15 de agosto. La competición ha sido muy importante en la difusión y el mantenimiento de las características de la raza.
De hecho, la mezcla con otras razas fue un grave problema hasta hace muy poco tiempo. La introducción de otras razas, facilitada por una mayor apertura al exterior de la región, produjo cruzas, no controladas, con los perros nativos lo que llevo a la aparición de ejemplares con características menos comunes que alertaron a muchos jueces en los concursos y a los interesados en la raza a través de diversos medios de comunicación.
Este problema se superó en gran medida por criadores responsables a través de un mayor control del apareamiento. Se interesaron en aprender todo acerca de las características de la raza, ganando un lugarcito en el Kennel Club Portugués (CPC), observando a los padres de las camadas e inscribiendo ejemplares en el libro genealógico de la raza.
A pesar del reconocimiento de su antigüedad, sólo en el segundo trimestre del siglo XX se iniciaron los estudios pertinentes para conseguir una definición del estándar de la raza. Qué fue publicado en 1935 por el profesor Manuel Fernández Marques. Este fue un hito importante para la conservación de la raza, siendo un garante de la preservación de sus características originales. En efecto, la norma representa el tipo ideal de la raza, la descripción de las características que se definen, constituyen la base de referencia a seguir en la selección. A pesar de que el estándar fue publicado en 1935, los primeros registros en el libro genealógico de la raza se realizaron de forma provisional en 1932. En 1993 se aprobó una enmienda de la altura a la cruz, que se incrementó en 4,3 cm, lo que refleja la tendencia observada en la raza en los últimos años.
A pesar de su menor tamaño corporal, la agilidad es una ventaja también en la lucha con el lobo, fácil escapar del ataque de estos. Hay muchas historias de perros que han ayudado a los pastores a capturar lobos cuando atacaban el ganado, y sin embargo hay pocos informes de perros fatalmente atacados por los lobos.
Las características específicas del medio ambiente de la región y el sistema de pastoreo, junto con el aislamiento geográfico, han dado lugar a un perro de ganado único. A pesar del probable origen común por más de 50 razas de perros de ganado reconocidas en Asia y en toda la región mediterránea, se distingue por ser un perro de menor tamaño. De hecho, es una raza de perro de montaña, de mediana a grande más bien que amastinada lupoide – con una cabeza más ligera, pero potente, y con una altura a la cruz que puede variar entre 55 y los 64 cm (más de 2 cm de tolerancia) y un peso de entre 25 y 40 kg. Estas características le permiten ser más activos y por lo tanto inquietos, siempre alertas, con facilidad para darse cuenta rápidamente de la presencia de depredadores, cuando de cuidar ganado se trata.
Los ojos del perro de Castro Laboreiro están inclinados en forma de almendra y son de tamaño mediano. Su pelaje está formado por una capa de pelaje marrón claro que tiende a marrón oscuro. Las orejas son triangulares, redondeadas en la punta y colgantes. Cuando el perro está atento, las orejas se vuelven hacia delante. La cola es ancha y gruesa, hasta el corvejón cuando el perro está tranquilo y en movimiento toma la forma de sable, más allá de la línea de fondo. El pelo es corto (5 cm) de espesor y resistente, duro al tacto, suave y abundante en todo el cuerpo. Por lo general, el cabello queda más suave en algunas áreas, como la cabeza y las orejas. El color del pelaje se compone de una capa de color sólido dominante que a menudo presenta estrías.
Debido a su probada eficacia en la protección de los rebaños contra los ataques de los lobos y otros depredadores como zorros o perros callejeros se utilizan cada vez más a proteger a los rebaños de cabras y ovejas o rebaños de vacas, de la Meseta de montañas de Castro Laboreiro hasta Alvão. En esta región existe un núcleo creciente de los perros de la raza integrado por Wolf Group – Asociación para la conservación de los lobos y su ecosistema. El Grupo Lobo ha desarrollado un innovador proyecto de gran interés, cuyo objetivo es promover el uso de los perros Castro Laboreiro en la protección del ganado, con el fin de reducir las pérdidas causadas por los lobos, y reducir así los conflictos que las comunidades rurales tienen con este depredador.
El lobo ibérico, el último de nuestra fauna de grandes carnívoros, se encuentra en peligro de extinción y están plenamente protegidos por ley desde 1988. Así llegamos a una situación en la que está afiliada a la conservación de la recuperación del lobo a una raza nacional de perro, el perro de Castro Laboreiro, también está en riesgo de extinguirse. La herencia genética de los animales es parte de la biodiversidad nacional que tenemos la responsabilidad de preservar, ya que su pérdida sería irreversible.
Durante los primeros meses de vida, especialmente de 2 a 6 meses de edad, se debe dar al perro contacto progresivo con una variedad de entornos y situaciones (por ejemplo, caminar en la calle o viajar en coche, póngase en contacto con gente extraña y niños y otros perros). Una educación adecuada, con estímulos positivos y sin el uso de la fuerza, es la base para el desarrollo de una mascota sana y equilibrada.
Las perras pueden tener dos camadas al año, la primera -por lo general- después de 6 meses de edad. Las camadas suelen tener, en promedio, siete perros, puede, sin embargo, alcanzar los 14 perros.
Cuando los cachorros nacen tienen un pelaje más oscuro que tiende a aligerar gradualmente a medida que crecen y adquieren el típico rayado. También la textura y la dureza del cabello cambian acompañadas con el crecimiento.
Con respecto a la altura de las muestras se propuso en la Reunión General Anual del Club de Castro Laboreiro Perro (10 de julio de 1993) el cambio de altura para los machos 58 a 64 cm (con una tolerancia de + 2 cm) y las hembras de 55 a 61 cm (con una tolerancia de + 2 cm). La propuesta de modificación de la norma fue aprobada por unanimidad y, posteriormente, sometido a la aprobación por el Club Portugués Canino, donde después ser examinado por el Comité Técnico, fue aprobado en la Junta General Extraordinaria del Club Portugués Canino el 24 de agosto de 1993.
A pesar de su aptitud natural para la protección de los animales es una raza muy versátil, que destacó en diferentes roles. Fue utilizado como perro de la policía militar y en la Infantería de Marina en Portugal para mantener el orden. Algunos también se utilizan en jaurías para la caza.
También es un excelente perro guardián y compañero, por su habilidad innata para proteger y total dedicación a su dueño, será de gran delicadeza, especialmente con los niños.
Es un perro inteligente, fácil de entrenar, pero con un temperamento algo independiente, que se deriva de su tarea de proteger el rebaño, en el que actúa con independencia del pastor.
Establece un fuerte vínculo con su familia (humanos o no) que protege instintivamente de todo peligro. Tiene una gran capacidad de protección, siempre vigilante, atento a cualquier ladrón o peligros que se acerquen, buscando posibles amenazas… Los machos tienden a ser más dominantes y agresivos en presencia de otros machos, pero, acostumbrados desde pequeños, se puede vivir fácilmente con otros machos de tamaño medio-grande.
Su ladrido es muy característico y muy sonoro: comienza con tonos variables, únicamente graves, y finaliza con tonos agudos prolongados parecidos a un aullido.
- Nombres alternativos: Perro de Castro Laboreiro / chien de Castro Laboreiro / Castro Laboreiro-hund / Castro Laboreiro dog / Portuguese Cattle Dog
- Grupo 2 / Sección 2 – Molosoides y perros de montaña
Razas de perros: Perro de Castro Laboreiro
O terceiro vídeo Keysha, não é um Cão de Castro Laboreiro.
Tenho uma cadela há 12 anos da raça Castro Laboreiro, para me fazer a guarda do meu quintal, em Rua dos Castelos, N 10, Brinches-Serpa, comporta-se como se a casa fosse realmente dela, meiga e sempre atenta ao que se passa à volta. inicialmente tinha alguns maus habitos porque quando vim de Lisboa para esta minha terra, encontrei-a abandonada na Rua, onde parmanecia havia mais ou menos seis meses, sem qualquer apoio nem companhia a não ser a fome e sede.
Espero que venha a continuar a sua vida por mais alguns anos onde tem prestado sempre bom serviço e uma companhia excelente.
É pena que os nossos politicos só agora se tenham lembrado dos maus tratos aos animais, após quarenta anos de democracia, na qual só se fazem representar a eles próprios e de forma individual em nome dos ditos partidos politicos.