Boyero de Appenzell

FCI 46

El Boyero de Appenzell (Appenzeller Sennenhund) es una raza de perro de tamaño mediano, uno de las cuatro regionales razas de Sennenhund (Tipo de perros de los Alpes suizos). El nombre Sennenhund hace referencia a la población Senn, lecheros y ganaderos de los Alpes suizos. Appenzell es una región alpina del noreste de Suiza.

Hay dos teorías sobre el origen del Boyero de Appenzell. Una, que es una raza autóctona que se remonta a la edad de bronce, y la otra, que desciende de los molosos y fue llevado a Suiza por los romanos. En cualquier caso, es una de los cuatro Sennenhund suizos. El Appenzell es el más raro de los cuatro. Es un excelente perro de rebaño. Incansable y de gran firmeza en las montañas. También se adapta a tirar de un carro y se utiliza para llevar la leche y el queso entre los comerciantes de los valles suizos.

El primer Club y el Libro de Orígenes de la raza fueron iniciados en 1906 por Albert Heim y otros, que escribieron el primer estándar de la raza en 1916. Una de las primeras referencias a los predecesores de la raza quedó plasmada en un libro de 1853, “Tierleben der Alpenwelt” (La vida animal en los Alpes), refiriéndose a los perros en la región de Appenzell. El Boyero de Appenzell fue reconocido –internacionalmente- como una raza separada en 1989.

El Boyero de Appenzell es un gran perro de montaña, tiene una altura de 47 a 58 cm a la cruz y un peso de 22 a 32 kg. Al igual que los otros Sennenhund, es un perro grande y tiene una capa de pelo tricolor que lo distingue.

Es un perro de gran musculatura aunque no muy corpulento, con cráneo ancho y plano, y un hocico que se va estrechando en dirección a la trufa. Los ojos pequeños y oscuros; y las orejas, pendientes. Es el único de los boyeros suizos que lleva la cola enrollada sobre lomo. El pelo es cortó, tupido y brillante. Color: se admite el negro y el fuego con manchas blancas en el pecho, la cabeza y los pies

El Boyero de Appenzell se mantuvo en un principio como tutor rebaño, perro de tiro, y en general, como perro de granja.

La raza también fue utilizada para el pastoreo y como perro de guardia. Hoy en día la raza se mantiene principalmente como un compañero, y sobresale en competiciones de obediencia y de Schutzhund.

Al igual que todos los perros grandes de trabajo, es muy activo, por lo que, esta raza debe ser socializadas desde temprana edad con otros perros y personas, y siempre con la actividad normal y la formación para que puedan vivir de forma segura como mascota (dado que su tamaño, puede ser un problema si no recibe la educación adecuada). De acuerdo con el estándar de la raza, los perros son de espíritu alegre, juguetón, y desconfiado con los extraños.

A pesar de su carácter bastante fuerte, suele mostrarse siempre tranquilo y amable. Si no se destinan a la guarda, se comportan amistosamente con todo el mundo. Es el más dócil de los boyeros suizos y, por lo tanto, el más fácil de adiestrar, aunque también es el más ladrador.